RAFAEL CHURQUINA: “MI ENOJO, MI IRA POR UN DELITO QUE NO COMETÍ ME LLEVÓ A HACER ESTA CARACTERÍSTICA DE NEGOCIO”

El interno que manejaba una organización criminal reconoció su responsabilidad por tráfico de estupefacientes, lavado de dinero y corrupción. Habló sobre la condena que venía cumpliendo, el vínculo con los demás integrantes y los tratos dentro de prisión.

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En el cierre de la audiencia de juicio abreviado que lo tuvo como protagonista, Rafael Dante Churquina tuvo la posibilidad de hablarle al Tribunal, integrado por el juez Alberto Carelli. El magistrado le consultó inicialmente si reconocía los delitos que se le imputan (tráfico agravado, lavado de activos y cohecho) y la pena acordada de 12 años de cárcel como organizador de una banda criminal desde el Servicio Penitenciario.

“Yo soy total responsable de la organización, tanto la señora (Lorena) Ramallo como (Daniel) Becher no tienen absolutamente nada que ver en este negocio”, contestó en un comienzo. “Hay personas que realmente no participaron en mi negocio y tengo que hacer(me) cargo de mi error ¿no?”, siguió.

Churquina aprovechó para cuestionar el accionar de la Justicia provincial porque está cumpliendo una condena por un delito que, según él, no cometió. “Me denunció mi señora, teniendo un hijo”, contó.

Fue condenado el 3 de junio de 2022 a seis años y dos meses de prisión por abusar de su ex pareja, Lucrecia Valdez. En el debate oral, la mujer dijo que había realizado una denuncia falsa y que las relaciones habían sido consentidas. Sin embargo, la fiscalía mantuvo la acusación a partir de los diversos hechos de violencia física y psicológica que había vivido la víctima y en base a las testimoniales de médicos y peritos.

Pese a eso, el hombre de 40 años aseguró que no cometió el delito, sino que fue una falsa acusación por “un problema de polleras”. “Mi ira y mi enojo me condujo a esto porque en el Servicio Penitenciario, en la jerga el delito más grave es el abuso. Que me dijeran violín, pinchila, me causó un daño psicológico tremendo. Yo tengo madre, hermana, hijas mujeres”, insistió.

Rafael Dante Churquina.

“Mi enojo, mi ira, que llevó a hacer esta característica de negocio. Irónica la vida, es que yo vengo escapándome de la frontera donde realmente existe el narcotráfico. Me vengo a los 20 años a provincia de San Luis a tener otra vida. Y el peor error de mi vida que cometí fue separarme mi familia, ya estando muy bien capitalizado”, transmitió ante el juez.

Asimismo, dijo querer “ser sincero”: “Me equivoqué de rubro. Soy comerciante, fui panadero, carnicero, gomero, hice todas las clases de negocio, siempre me financié con fondos propios”.

El líder narco manifestó aceptar los 12 años de pena por “temor a tener más condena de años” en un juicio normal. “Entonces creo que es una causa compleja y la verdad que ya vengo arrastrando seis años”, justificó.

En otro momento, apuntó al Servicio Penitenciario porque estuvo más de un año sin tener acceso a terapia laboral o al estímulo educativo: “Tan solo porque supuestamente corrompí al director Orozco, al señor Ojeda, cuando claramente ellos tendrían que ser el ejemplo, yo soy un interno”.

“Y no, en realidad no es así. En ese momento yo tenía una computadora, porque yo estaba estudiando y si yo tenía un teléfono es porque todos los pabellones tenían. A mí en ningún momento el señor Orozco ni el señor Ojeda me dieron acceso a tener un teléfono”, aseguró.

Ante eso, el juez lo detuvo porque al aceptar el acuerdo reconoce las coimas a los agentes. “Con la tortura que me hizo el Servicio Penitenciario no me quedó retención de memoria”, se justificó.

Seguido a eso, se dispuso un cuarto intermedio para que conversara con su defensor. En el retorno, dijo haberles pagado a los penitenciarios para obtener beneficios.