Juventud, con este paso, consolida un modelo que ya es modelo de referencia regional y nacional.
Los once futbolistas que escribieron la historia fueron: Julián Lucero (arquero – 30 años), Matías Godoy (defensor – 20), Eber Garro (defensor – 27), Julián Giménez (defensor – 27), Martín Gómez (volante – 24), Gabriel Ojeda (defensor – 36), Facundo Noguera (mediocampista – 19), Santino Moya (mediocampista – 19), Gerónimo Salinas (delantero – 20), Tomás Garro (mediocampista – 25) y Martino Dorato (delantero – 21).
Todos puntanos, muchos de ellos surgidos directamente desde la Ciudad Deportiva Cantera Auriazul.
El símbolo de este equipo es su capitán, Gabriel Ojeda, quien debutó a los 17 años y hoy, con 36, es el gran referente.
“Lo habíamos hablado en la semana, en la arenga previa. Era algo único. Siempre se habló de tener un plantel con gente de San Luis, pero por la exigencia del Federal A nunca se había podido. Esta vez, sí. El sentido de pertenencia se nota, lo vivimos de otra manera. Sabemos lo que cuesta llegar y lo valoramos. Me emociona ver a los chicos, muchos de ellos crecieron acá desde infantiles, y hoy defienden el escudo como profesionales”, destacó Ojeda a El Chorrillero.
Un proyecto que nació como un sueño y se sostuvo con trabajo
Para Ernesto López, actual presidente, esto es el resultado de una semilla plantada hace más de una década: “El proyecto nació en 2014 con la llegada de Walter Sanfilippo como coordinador general de Inferiores. En ese entonces, el presidente era Darío Orozco, quien encabezó la idea. Se apostó a la formación integral: técnica, física y humana. Se educa para el deporte y para la vida, porque no todos llegan al profesionalismo, pero todos pueden ser mejores personas”, sostuvo a El Chorrillero.
Aunque el proceso tuvo altibajos e incluso interrupciones, en 2018 el club relanzó el proyecto y en 2019 dio el gran salto al ingresar con seis categorías a las divisiones inferiores de AFA. “Eso marcó un antes y un después. El roce competitivo era clave para el desarrollo. Hoy, gracias a ese paso, el predio de calle Franco Pastore es un orgullo: canchas de césped sintético y natural, tribunas, riego, vestuarios, oficinas, gimnasio, kinesiología y luminarias. Todo con recursos genuinos y fruto del esfuerzo institucional”, añadió López.
Darío Orozco, actual vicepresidente y principal impulsor de la idea original, explica que el proyecto no fue un capricho sino una estrategia institucional: “Veníamos analizando experiencias exitosas de otros clubes y entendimos que el desarrollo deportivo tenía que ir de la mano con una infraestructura adecuada y recursos humanos formados. Apostamos por la cantera, por la formación, y decidimos imponer el proyecto con convicción, porque sabíamos que necesitaba continuidad y tiempo. El ingreso a AFA fue clave para reducir la brecha con el fútbol profesional. Hoy los frutos están a la vista”.
Además, Orozco destacó a El Chorrillero la importancia de sostener al mismo equipo de trabajo: “Walter Sanfilippo sigue siendo nuestro coordinador, eso da coherencia. Y también sumamos a Gonzalo Salgueiro como mánager deportivo, que aportó su experiencia como ex jugador del club. Esa continuidad es lo que permite consolidar un camino”.
Justamente, el mánager auriazul, Gonzalo Salgueiro resumió el espíritu del proyecto con una frase: “El sentido de pertenencia es todo. Lo que un hincha quiere ver, lo que un dirigente sueña, lo que un jugador siente. Es incomparable”.
Además, subrayó a este medio que el logro es un faro para las futuras generaciones: “Muchos de estos chicos llegaron al club con 7 u 8 años. Hoy juegan en el Federal A. Eso es un mensaje directo a cada nene que viene a entrenar: ‘Si trabajás, si tenés condiciones, Juventud te va a dar la oportunidad’. Eso genera entusiasmo en los padres, compromiso en los chicos y fortalece a toda la institución”.
El club ha logrado transformar su política de formación en un recurso estratégico: jugadores como Santiago Solari (campeón internacional con Racing de Avellaneda), Juan Pablo Gobetto, Marcelo Eggel, Tiago Ferreira, Misael Sosa y recientemente Facundo Noguera a Defensa y Justicia, han sido transferidos y generaron ingresos. “Hoy el club es autosustentable en su base deportiva. Los que llegan al profesionalismo, además de representar al club, aportan a su crecimiento”, remarcó Salgueiro.
Aunque el hito actual es histórico, los cimientos comenzaron a construirse años atrás. Gerardo Quiroga, ex arquero y técnico de Juventud en el Argentino A, fue uno de los primeros en apostar por los valores locales en 2006.
“Era un momento donde traer jugadores de afuera era muy costoso y, sinceramente, no eran mejores que los nuestros. Yo conocía el medio, confiaba en los chicos de San Luis. Pero cada técnico nuevo traía a su gente y relegaba a los locales. El club y los dirigentes necesitaban confianza para dar ese paso. Hoy esa confianza está, y se nota”, aseguró a El Chorrillero.
Precisó que el cambio más profundo fue la profesionalización del fútbol formativo: “Hoy los chicos compiten en torneos de AFA, tienen preparación física, técnica, médica, psicológica. Antes, pasaban de la liga local al Federal. Ahora llegan más preparados. Pero lo más importante sigue siendo el respaldo: si el proyecto se sostiene más allá de los resultados, los chicos van a devolver esa confianza con rendimiento”.
Más que un equipo, una institución que crece
Actualmente, Juventud participa en:
– 6 categorías de divisiones inferiores en AFA
– 3 categorías inferiores del Torneo Federal
– 11 divisiones en la Liga Sanluiseña
– Torneos infantiles en todo el país
– Organiza su propio “Mundialito” cada julio, que ya tuvo su 8ª edición.
Asimismo, el club cumplió con los requisitos del programa gubernamental “Creciendo con tu Club” y avanza con un proyecto para cerrar completamente el playón deportivo con baños y vestuarios, permitiendo desarrollar baby fútbol y futsal masculino y femenino en su sede de la calle Felipe Velázquez.
Un futuro prometedor
Este once 100% puntano no es un punto de llegada. Es un punto de partida. Juventud Unida Universitario ya mostró que el talento está, que la infraestructura existe, que el compromiso institucional es firme, y que el trabajo constante da resultados.
El objetivo, aseguran, es claro: ascender a la Primera Nacional con una base sólida, sostenida y genuina. Para que cuando ese ascenso llegue, el club esté preparado desde lo deportivo, lo económico y lo institucional.
Como dijo su capitán Gabriel Ojeda: “Hoy demostramos que se puede. Que los chicos de San Luis pueden jugar y competir al máximo nivel. Ojalá este sea el primer paso de muchos más”.